Fortalece tu autoestima: Muchas de las personas que a menudo se sienten solas, no tienen una adecuada autoestima, por lo que fácilmente aceptarán relaciones insatisfactorias o tendrán mucho miedo de profundizar sus relaciones con las personas por miedo a ser lastimadas, por lo que es muy importante aprender a disfrutar los espacios contigo mismo, conocerte, aceptarte y amarte como eres. A veces, el mejor remedio para la sensación de soledad, es justamente aprender a estar solo y gozarlo.
Amplía tu red de amigos: Una de las principales recomendaciones que hacen los especialistas es ampliar y/o profundizar nuestros lazos sociales más cercanos, de esta forma, si tú sólo sales con tu chavo o con tu amiga, busca reactivar tu red de amigos o crear una nueva. Si el problema es que eres tímido y prefieres lo conocido, date la oportunidad de conocer personas nuevas, procura convivir más con las personas de tu trabajo, de tu edificio y de tu colonia, verás que hay más de una persona interesante y tú no lo habías notado.
Profundiza tus relaciones: Si tus amigos siempre están listos para el reventón, pero desaparecen cuando tienes un problema, tal vez sea hora de empezar a buscar verdaderos amigos. Intenta hablar de ti, de tus sentimientos y pensamientos, verás como poco a poco logras abrirte hacia la gente. No todos están buscando lastimarte, aprende a confiar en los demás.
Ten más contacto físico con las personas: El contacto físico no sólo tiene que ver con la sexualidad, sino con tu emocionalidad. Todas las personas lo necesitamos profundamente, el problema es que cuanto mayor es la necesidad de éste, las personas vamos desarrollando una coraza protectora que aparentemente evita el contacto y es un círculo vicioso, porque mientras menos contacto nos permitimos, más solos estamos.
Procura tocar más a la gente con quien convives a diario y permite que te toquen: una palmada en el hombro, un abrazo, son a veces mucho más necesarios que las palabras.
Habla de lo que sientes y piensas: Es muy importante que fomentes la costumbre de hablar con alguien todos los días sobre ti y tus sentimientos; puede ser un amigo, un compañero de trabajo, alguien de tu familia o cualquier persona cercana.
Aprende a escuchar y a escucharte: Muchas veces estamos tan ocupados en nuestros propios asuntos que nos cuesta detenernos a escuchar a los demás, sin embargo, si comienzas a practicar la escucha activa (mostrando interés con tu postura, haciendo exclamaciones, como “te entiendo“) verás que te será más fácil relacionarte con las personas.
No busques refugios o salidas fáciles: El exceso de trabajo, el alcohol, las drogas, las relaciones codependientes, entre otras cosas, si bien te ayudan a no pensar, no resuelven nada, sino por el contrario, acentúa la sensación de vacío y soledad. Procura enfrentar tus propios monstruos verás que no son tan terribles cuando los ves de frente.
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