Estábamos los dos solos, él y yo en una habitación, él se acomodó decidido y enérgico, yo no podía dejar de pensar que podía suceder. Él dijo que era una cosa rápida y que tratara de serenarme o de lo contrario; mi primera experiencia sería traumática y no me quedaría ganas en el futuro, de repetirla; me acomodé lo mejor que pude en una posición adecuada, cerré fuertemente los ojos, de pronto, sentí una cosa que él iba introduciendo, estrellé un grito agudo y abrí los ojos con desesperación, él al ver mi actitud de pánico; con serenidad en la voz, me pidió por favor que fuera más fuerte. Cuando vimos sangre que él ni yo podíamos parar, me aguanté callada, lo único que quería era salir corriendo de allí. Me dijo que faltaba poco, sus ojos mostraban ansiedad y los míos terror; me asusté mas cuando vi el agujero que me había dejado, no me quedó otra que ser valiente... Poco a poco me levanté, le pagué y le agradecí por haberme sacado la muela que tanto me dolía.Nota: Espero les haya gustado, un poquito de humor siempre es bueno!! Solo añadir que a veces no es lo que parece.
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