El miraba
con un dejo de melancolía en la mirada mientras ella se alejaba,
no quería dejarla partir así, lo sabía, pero su orgullo fue más
fuerte, lo único que ella silenciosamente le pedía era
un poco de amor, ese que él mezquinamente siempre le negó,
no quería riquezas, solo a él, ahora, todo había terminado
y en ese momento crucial de su vida, quedó impávido ante una
fugaz revelación, la amaba, si, ¡la amaba con toda su alma! Quiso correr,
tomarla en sus brazos y besarle con locura, mas no lo hizo...
¡La perdí y
esta vez es para siempre! Merecido lo tengo, piensa mientras la sigue con la
mirada, sin notarlo comenzaron a caer lágrimas por su rostro, quiere
ir tras ella, pero su cuerpo no responde, está en un estado catatónico,
ya no la ve, se queda ahí sentado, reflexionando sobre su vida hasta ese
momento... Ha perdido la noción del tiempo y el espacio, sabe que
debe seguir sin su compañía, su consciencia le repite una y otra
vez... "Serás de ahora en adelante un errante solitario, lo
serás... Porque así lo has decidido".
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