No te llamo, no te pido. Me doy, te soy. Tú me tomas, no me necesitas, no hay ganas de mi en tu mirada. Te veo, te creo, te recreo, mi solo amor, mi idiotez, mi desamparo. ¿Qué me hiciste para que yo me enrostre este amor estúpido?. Piedad por ti. Cuando te vea llorare recordando lo que tuviste que padecer en mi memoria.
-A. Pizarnik
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